viernes, 15 de agosto de 2008

13 Agosto 2008

Empiezo a kreer ke inkoncientemente kería mojarme los senos, ya ke pese al tenue cielo ke amenazaba inklemente kon aguaceros bravos yo encerré los sacos en el cajón y me apresté a salir a la kalle rápidamente para tener a la prisa como coartada y no parecer una deskarada. Fue entonces kuando te vi pasar y nos rozamos las pieles en un adiós eterno en medio de los 8 segundos ke duró. Al anochecer kuando venía de vuelta a kasa las gotas chuzaban mi pecho y yo fantaseaba kon ke eran tus dedos, mi piel se ponía más firme y sonreía porke sentía ke tales goterones ahora eran tus babas.

Excitada por la lluvia inmensa iba hacia mi kasa sin prisa alguna, pensando en los dedos de tus manos grandes. Así, mientras todos korrían desesperados komo si el agua no fuera tal, fuera más bien ácido askórbiko ke los mataría al instante o los desnudaría dejándolos en huesos, yo seguía inmutable, muy despacio y lloviendo también por los ojos porke no era precisamente un buen día, en parte porke junto a la emoción ke me proponia girar komo una pirinola en kada uno de los postes de la luz, también estaba la tristeza de saber ke ese hasta luego había sido realmente un hasta nunka, una de esas miradas de ya todo esta superado y los dos somos adultos, maduros, realistas, y determinados y ante tales mentiras ke más podía decir, decirte ke me hacías temblar kon sólo aparecer, decirte ke mi memoria sólo servía para guardar tu olor (KONTINÚA….)

20 Junio 2008

Estábamos en un estúpido juego de poder y orgullo, y aunke estúpido, no estaba dispuesta a ceder ni un paso, después de todo era él kien me había ignorado por primera vez, y si era yo la ke ahora jugaba a olvidar era sólo porke kería librarme de su oskuro enkanto, porke estaba harta de la incertidumbre ke pisaba kuando kaminaba kon él.
Era sólo por eso ke ya no le kería escribir, ni hacerle dibujos, ni verlo, ni besarlo, ni acariciarlo; en menos de un mes pasamos de palabras lindas a sarcasmos empapados en sadismo y kuán mas doloroso fuera para el otro lo ke produjéramos, más satisfactorio nos parecía. Su arma siempre fueron los celos y aunke yo conocía muy bien la treta , ¡siempre le resulto! Yo por mi parte me enkontraba en desventaja, siempre he sido poko estratega, así ke en está ocasión para no exigirme tanto opte por la resistencia, mi técnica consistia en resistir su olvido paulatino, resistir el verlo y desearlo más ke antes, resistir escuchar su maldita voz a pesar de ke eso me rekordara párrafos completos grabados en mí, y sobre todo aguantar verlo kon otras personas y simplemente sonreír, él ya no era mío y nunca más lo sería, había empezado la guerra y de antemano sabía komo todo iba a akabar, iba a ser un olvido agreste ¡De no recordar karas, ni momentos ni nada! Y a mi me dolería más, ya ke además de poko estratega, mientras pasaban los días no lo olvidaba ni un poko.
Antes…. lo miraba a los ojos en públiko y le decía ke me llevara fuera porke kería besarlo, acariciarlo, amarlo un poko; y kuando mis miradas no estaban funcionando me acerkaba por atrás me ponía en puntillas y le decía ke lo deseaba. Entonces él me llevaba lejos y me besaba komo nunca antes nadie lo había hecho, y me acariciaba por debajo de la ropa, y me hacía sentir de nuevo ke todo podía ser kada día más placentero, luego hacíamos el amor una y otra vez por toda la noche hasta perder el aliento, hasta ke la espalda no nos respondía, y yo lloraba un poko. Nunca me kansé de besarlo y él nunca pasó la noche kompleta conmigo.
Antes…. me encantaba kon sus palabras, me hacia sentir linda, y yo sé ke a él le gustaban mis besos, y ke pese a su karákter fuerte akababa dominándolo kon mi cuerpo y a él le gustaba ke yo lo hiciera…. Releo esto y me doy cuenta de ke antes simplemente kuando nos hacíamos el amor, no pensábamos en dominarnos, nos dábamos por kompleto para intentar completar al otro en una hermosa entrega de algo ke no era amor, más bien un placer inmenso ke se salía del propio cuerpo y ke ¡ni sikiera kabía en nuestros cuerpos juntos!
Antes.... todo era perfecto, aunke kasi nunca hablábamos, porke pasábamos horas y días besándonos, okupando nuestras bokas en lo ke más nos gustaba, en lo ke más nos representaba, cuatro labios regalándose sin pena, rindiéndose orgullosamente, sin ninguna vergüenza, sin protocolos, tal vez era por eso ke teníamos ke escribirnos, porke sabíamos ke kuando nos viéramos no habría tiempo de palabras.